EN EL SAUNA 3

Por Juanra
Otro día de mis visitas al sauna, estaba bastante triste el ambiente, es decir que creo que éramos cuatro o a lo máximo cinco usuarios, entré al sauna húmedo uno y estuve un rato aburrido porque no había nada, entré al sauna húmedo dos y estaba en las mismas circunstancias, entonces me decidí a ir al segundo nivel a navegar un poco en internet, estaba incluso pensando que ese día no fue buena idea haber ido, porque solo pagué por gusto mi entrada.
Luego de un rato de estar navegando, escuché ruidos en los cuartos privados y me decidí a investigar, en el cuarto del fondo del lado derecho en donde hay un sofá, estaba un chavo moreno, de complexión regular, que evidentemente estaba presumiendo sus nalguitas (que por cierto estaban muy ricas), cuando me vio se volteó para que las viera y me decidí a ingresar al cuarto y puse pasador.
Me acarició muy tierno y llegó a mi verga se la metió en la boca de un solo y me dio un chupón delicioso, me llevó al cielo y me trajo de regreso, se sentó en el sofá y me jaló para que mi verga le quedara enfrente por lo que se dio gusto lamiéndome, chupándome, sobándomela de una manera rica, al tipo se le quedaban por momentos los ojos en blanco porque se veía que estaba gozando.
Luego me senté y le pedí que se sentara encima para que quedáramos de frente, subió las piernas y se ensartó en mi falo que estaba esperándolo con ganas, se sentó de un solo y luego se salió porque aparentemente le dolió pero como le gustó regresó por más, se volvió a sentar y empezó a cabalgar de lo más rico, estuvimos besándonos y cogiendo un buen rato así, (la verdad que rica es esa posición, porque te permite penetración profunda y al mismo tiempo te da tiempo de ver los gestos de satisfacción que tienen los dos) luego le pedí que se incara en el sofá dándome la espalda, para luego penetrarlo nuevamente empecé colocando la cabeza de mi pene en la entrada de ese hoyito delicioso y empujé suavemente, pude sentir que se empezaba a dilatar con la entrada de la cabeza dándole paso a la carne sagrada que le hacía llegar al cielo, cuando sentí que se había acostumbrado empecé a bombear al principio con suavidad y luego con energía, el me pedía que lo hiciera más y más fuerte, llegando a gemir por momentos de una forma impresionante, los dos disfrutamos de ese polvo que hasta el momento era riquísimo.
Luego de un buen rato de estar así logramos sincronizarnos de tal forma que terminamos los dos, yo adentro de ese culito tan rico, el encima del sofá, me pidió que no me saliera tan luego, me quedé inmóvil hasta que mi verga se distendió y solita salió, hasta ese momento lo sentí riquísimo, luego salí y me fui a bañar me temblaban las piernas por la posición en que estuve y tenía mucha sed, porque nos bañamos en sudor por el esfuerzo realizado, he llegado a la conclusión que nunca sale uno sin una buena experiencia en ese sauna.
Es necesario que cuente que hace años fui a un sauna que está por la cruz roja, pero solo mara llena de babosadas llega, puros patojos que no sé qué es lo que buscan, porque no quieren nada, en cambio en el otro lugar llegan patojos y maduros, pero todos van dispuestos a todo que es lo importante.