-- Por: Anónimo --
Hola a todos, mi nombre es Marcos y os voy a contar la historia de como mi "mejor" amigo se aprovechó de mi para recibir placer sexual. Soy un chico actualmente con 18 años, soy morenito, altura 160 cm (aproximadamente), pelo marrón. Bueno y pasando a la historia os quería mencionar que yo a esa edad era un chico muy inocente y apenas tenía cultura sexual. Era un domingo (me acuerdo como si fuera ayer), los hechos sucedieron por la tarde, era una tarde más o menos calurosa de verano y yo aquel día me encontraba dándome un refrescante baño en las piscinas de mi ciudad. Cuando de lo dejos veo que mi presunto amigo se acerca. Su nombre (no diré el real) era Jose, edad unos 11 años (1 año menos que yo) y era moreno, más alto que yo, delgado y era de aspecto más o menos guapo (aceptable). Yo cuando lo vi evidentemente me alegré, porque un día sólo en la piscina se me hace a dia aburrido y si un amigo mío estaba se iva a convertir en un día entero de juegos... (eso me lo saltare) En fin, se acercaba la hora de cerrar y nos fuimos al vestuario a cambiarnos, cuando el sin yo sacar el tema se puso a hablarme de sexo tipo: te imaginas a una tía chupandote el pene, te follarias el culo de alguien (no recuerdo la conversación al pie de la letra) pero cambiandonos yo demente de el desnudos, los dos desnudos y vistiendonos uno al lado del otro se puso a hablarme de cosas sexuales como para ir introduciendome más en el tema... Una vez cambiados fui a su casa para ver a su madre y de camino me seguia hablando de sexo, pero esta vez como que dándole la vuelta a la tortilla: Te imaginarias tener algo conmigo, te imaginarias a mi con mi cipote metido en tu culete... Vamos... que me seguía incitando... Después de ver a su madre nos fuimos a un parque que estaba cerca de su casa y ahí es cuando ya empieza la verdadera historia. Nos sentamos en un banco enfrente de una fuente y el me seguía acosando con el tema del sexo y es que ya no me estaba hablando de sexo, sino que ya directamente me decía de irnos al baño... Yo ya me estaba empezando a poner nervioso por momentos, sabía lo que quería hacer conmigo y lo peor de todo es que él no aceptaba un NO por respuesta... Que hago? No me podía ir sólo a casa, ni tampoco decirle que no... estaba atado de manos y pies, así que al final accedí. Nos fuimos al baño, era un baño grande, con varios váteres y implicaba más intimidad. Nos metimos en un cuarto del baño y cerramos la puerta. Estaba poco iluminado y realmente estaba asustado. El - Bueno... Ponte cara a la pared yo - Cómo? El - que te pongas en la pared, ya sabes... Yo me puse cara a la pared y me baje los pantalones... El no decía ni palabra, estaba embobado pajeando su miembro (que no era pequeño) y lubricandolo con su propia saliva. El - Bueno, Marcos, listo o no allá voy Entendí que iva a metermela por el culo, y así fue... Sentí la cabeza de su pene tocando mi ano y sinceramente yo me esperaba que la penetración fuera muy dolorosa y no lo fue... de echo entro muy fácilmente. Yo sentía como el me estaba follando el culo y sin preservativo, la metía y la sacaba, la metía y la sacaba... Eso en verdad no me molestaba, evidentemente me estaba follando a un ritmo rítmico... lo único que no me agradaba era que el empujara hasta el punto en el que el pene no avanzaba más y eso me hacia daño, pero por lo demás muy bien. Se estuvo follando mi culo a un ritmo normal, ni rápido ni lento y de vez en cuando me daba empujones, se estuvo así como unos 10 o 15 minutos... El - Te gusta? yo - Creo que sí (medio excitado)
No hay comentarios.:
¡Deja tu comentario!